Cuánto se Queda Hacienda de un Premio en 2020

Durante diferentes fechas del año, en España se llevan a cabo diversos concursos de loterías y apuestas, como el conocido Concurso del Niño o el Sorteo de Lotería de Navidad, que deja a cada español frente a su pantalla, noticia o radio, impulsándolos a comprar boletos para probar la suerte, con la esperanza de ganar alguno de los codiciados premios que ofrecen estos concursos.

Fiscalidad de Loterías y Apuestas del Estado

Hasta el año 2012, los premios por concursos de esta naturaleza estuvieron exentos a tributar, pues no se implementaba esa retención directa del premio que se mencionó anteriormente. En cambio, el porcentaje de las ganancias que es dirigido a la Agencia Tributaria se veía representado al año siguiente a través de Impuesto de Patrimonio y en el Impuesto sobre la Renta de las personas físicas, mejor conocido como IRPF.

Evidentemente, el proceso actual ha cambiado de manera drástica, gracias al mecanismo de pago del porcentaje en impuestos de manera inmediata que se maneja desde hace algunos años hasta la fecha. Para nadie es un secreto que quien más gana con estos premios es, sin duda, Hacienda, pues está establecido que la Agencia Tributaria obtiene un porcentaje del premio, inmune a cualquier evasión.

El porcentaje en concepto de impuesto que se destina a Hacienda por cada premio es retenido directamente en el momento que el ganador cobra el premio. Es decir, el ganador recibirá su premio con el impuesto ya descontado. De esta manera, la Agencia Tributaria se asegura de recibir su parte, sin dejarle oportunidad a ningún jugador de encontrar la forma de no pagar el porcentaje que corresponde.

Esta es la información que manejan todos (o la mayoría) de los españoles . Lo que no todos saben es las condiciones, normativas y lo establecido por Hacienda con respecto a los concursos de esta naturaleza, además del porcentaje que se restará al dinero ganado.

¿Cómo se declara el premio a Hacienda?

El hecho de que el porcentaje en forma de impuesto sea retirado incluso antes de que el ganador obtenga su premio, no quiere decir que el ganador no tenga que declarar la suma de dinero que se le ha atribuido a través del concurso.

La persona premiada deberá informar del dinero recibido por el concurso en la Declaración de la Renta, incluyéndolo en la página 10 de la renta, donde se deberá especificar el origen del dinero en el apartado de Ganancias y pérdidas patrimoniales que no derivan de la transmisión de elementos patrimoniales. Con el objetivo de hacer la declaración lo más específica posible, también se encuentra un apartado donde se deben registrar los premios que se han obtenido a través de juegos, concurso o rifas.

Sin embargo, pueden existir ciertas variantes en estas condiciones, pues los premios en metálico deberán estar incluidos en la casilla 266 de la declaración. Por otra parte, el porcentaje de la retención de los premios que superen la cifra de los 20.000 euros, deberán ser notificados en las casillas 268 y 269.

Mínimo exento de la Lotería

Ha quedado claro que una parte de lo que se gane en sorteos o concursos deberá ser pagado a Hacienda, siempre y cuando supere el mínimo exento. Dicha cifra suele aumentar cada año desde el 2018, año en el cual se ha dado la aprobación de los Presupuestos Generales. Actualmente, se reconoce el mínimo exento como 40.000 euros.

Cuando el premio sea de 40.000 euros o cualquier cantidad inferior a esa, no se tendrá que tributar en el IRPF. Por otra parte, la cifra que supere ese valor, deberá pagar un impuesto del 20%.

¿Y si el premio se reparte?

Al haber dos ganadores bajo un mismo premio (generalmente por boleto compartido o participación en pareja o en equipo, dependiendo de las actividades que se realicen en el concurso), los términos suelen cambiar ligeramente con lo que se ha discutido anteriormente.

En caso de tener los 40.000 euros exentos (o una cantidad inferior), éstos deben repartirse de manera proporcionada a la participación de cada uno de los premiados.

Es importante tener en cuenta que el impuesto se aplica a los premios de cada uno de los décimos. De esta manera, si se da el caso de que los ganadores comparten boleto y, por consecuencia, sean acreedores de un premio, deberán identificar a cada uno de los ganadores con la intención de aplicar la retención de Hacienda de manera proporcional a cada uno.

En este caso, el importe va a depender de la ciudad o comunidad autónoma donde se haya llevado a cabo el concurso.

¿Y si el ganador es una empresa?

La cantidad de dinero que haya ganado quedará adscrita a su base imponible del impuesto de sociedades, una vez que se haya descontado la retención, la cual se aplicará bajo las condiciones que se han discutido con anterioridad.

Cabe destacar que estas condiciones aplican para el caso de cualquier ganador que no se trate de una persona natural o física, como una empresa, sociedades o fundaciones.

Fiscalidad de concursos de televisión

Los procedimientos que se han discutido previamente van a cambiar de manera significativa cuando se habla de un concurso televisivo, más allá de una lotería, como es el caso de programas como Pasapalabra, Boom o El Tirón.

En este tipo de concursos, es posible ser acreedor de dos tipos de premio, los cuales son:

• Premio en metálico: Donde se hace referencia a dinero, bien sea efectivo, cheque o cualquier otro medio de pago, que podrá variar según la política y términos de la empresa que financia el concurso;
• Premio en especie: Donde se puede recibir como premio un coche, una casa o una motocicleta, por dar algún ejemplo.

Como es lógico, los premios en especie no formarán parte del proceso de declaración de impuestos. Sin embargo, en el caso contrario, los metálicos deberán justificarse como ganancias patrimoniales de IRPF.

El cargo por retención equivale al 19% del premio a reclamar, que se descuenta de manera automática, antes de que el apremiado reciba dicha ganancia. Una vez que se tiene el monto definitivo, el apremiado deberá incluir el premio en la Declaración de la Renta, específicamente, en el apartado 61, que se encuentra en la casilla 66 del Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF).

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