Hay personas que, en un primer nivel, demuestran capacidades destacadas en su trabajo a nivel individual.
Hay personas que, en un segundo nivel, son capaces de contribuir a los objetivos grupales, trabajan bien en equipo.
Hay personas que, en un tercer nivel, son gestores destacados, organizan eficazmente las personas y los recursos.
A lo largo de su carrera profesional, la mayoría de las personas se quedan en ese tercer nivel. Pero hay un cuarto nivel.
Para llegar a ese cuarto nivel, ser una persona extraordinaria que inspira, se requieren cualidades excepcionales: compromiso, pasión por lo que haces, determinación profesional, humildad, capacidad para conectar auténticamente con las personas.
¿Hasta dónde vas a llegar?